Uno de los principales problemas al abordar un trabajo sobre ‘Olas de frío’, es la falta de una definición única y precisa del término; creo que todos coincidiremos en que se trata de episodios de temperaturas anormalmente bajas, que se mantienen varios días y afectan a una parte importante de nuestra geografía. Ahora bien, ¿qué valor tienen que alcanzar las temperaturas para poder considerarse ola de frío?, ¿cuántos días tienen que mantenerse?, ¿qué superficie tiene que verse afectada?
Esa imprecisión en el término da lugar a interpretaciones subjetivas de lo que es una ‘Ola de frío’, observándose en muchas ocasiones una tendencia a exagerar sobre el tema. En invierno es normal que haga frío y no podemos hablar de ola de frío, cuando las temperaturas, aún siendo bajas o incluso muy bajas, sean relativamente habituales en el periodo invernal. Seguir leyendo
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